Sé que es muy fácil contar una historia
cuando se tiene delante un papel
mira mis ojos parecen cansados
otro cigarro, luego escribiré
Busco palabras que llenen tu oido
sois mis palabras, ¿por qué os escondéis?
puedo contaros el cuento del lobo
pero yo sé que no me vais a creer
Siempre le pido las peras al olmo
siempre le busco al gato tres pies
las ilusiones me quedan muy lejos
¿por qué será? Todo me sale al revés
Esa guitarra parece un cuchillo
que del silencio me va a defender
quiero que puedas fumar mis palabras
y mis canciones te puedas beber
No estoy loco, pero no estoy loco
porque mis canciones no me dejan solo.
sábado, 14 de abril de 2012
viernes, 13 de abril de 2012
Y notas un pequeño pinchacito en el corazón, que duele, más que nada, pero no lo sientes porque desde ahora tus sentimientos son mancos. Tu corazón se ha deshinchado, ya no padeces, ya no sufres, más que nada porque el daño ya está hecho, ya no quieres porque tu corazón es ciego, ya no crees porque el amor ha desaparecido.
No tengo nada que hacer en este desierto que me has creado en el que sólo has dejado una aguja y tu ausencia.
Me nombraste sin saber qué decías, me utilizaste sin saber qué hacías y me abandonaste sin saber qué perdías.
No tengo nada que hacer en este desierto que me has creado en el que sólo has dejado una aguja y tu ausencia.
Me nombraste sin saber qué decías, me utilizaste sin saber qué hacías y me abandonaste sin saber qué perdías.
Así es.
Experta en hacerse daño, la vida le quema hasta matar.
Curada de cualquier "espanto", veterana en la posesión de su corazón, y experta en tomar las riendas de cualquier otro.
Siempre tenía un plan, salidas para todo, sin metas ni laberintos, ni mucho menos "quebraderos" de cabeza.
Siempre saltaba sin mirar, alcanzaba la emoción perfecta. Caía y volvía a retomar el paso.
Razonable e insensata, siempre contradictoria.
Imperfecta pero espectacular, con movimientos muy ligeros y resultados brillantes.
Curada de cualquier "espanto", veterana en la posesión de su corazón, y experta en tomar las riendas de cualquier otro.
Siempre tenía un plan, salidas para todo, sin metas ni laberintos, ni mucho menos "quebraderos" de cabeza.
Siempre saltaba sin mirar, alcanzaba la emoción perfecta. Caía y volvía a retomar el paso.
Razonable e insensata, siempre contradictoria.
Imperfecta pero espectacular, con movimientos muy ligeros y resultados brillantes.
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