La vida se constituye por una serie de pilares que no solo están ahí en las circunstancias menos llevaderas, también están en los buenos momentos. Cada uno de esos pilares son razones por las que poder proseguir en el camino, y es que estos pilares son necesarios. En ocasiones son insostenibles, derrepente se derrumban y se desvanecen con el tiempo, pero amigo, te felicito si tienes uno de esos pilares que está bien aferrado a su suelo, que no se cae por mucho que el suelo se mueva, que llueva, que truene. Pilares creados a base de voluntad, lealtad y complicidad, verdaderos pilares, verdaderas personas.

Fito, gracias.

Creo que no puedo describir con plena exactitud la mezcla de emociones que he sentido en el momento que saliste de entre bastidores, es como si mi vida dependiera de esa cortina de la que sales cada vez que vienes a hacerme feliz en persona, ya que lo consigues el día a día sin ni siquiera saber que estás cantando para mi.
Nada ni nadie conseguirá nunca lo que tu has conseguido en lo que llevo de tiempo conociéndote, ni tampoco nada ni nadie entenderá nunca lo que yo siento, ni siquiera tú mismo, pero yo así vivo bien, esta es mi manera de vivir, cada uno tiene un tipo diferente de felicidad, cada uno es feliz de una manera distinta, y cada uno busca su propia alegría, y es que mi felicidad es esta, mi felicidad eres tú, depende de ti, porque si yo dependo de ti, mi felicidad también.
Sabía con antelación que mi reacción iba a ser brutal, pero ha sido apoteósica y más que eso, no me da vergüenza lo que la gente haya pensado de mi, me da igual, porque sólo me importas tú.
No son canciones, son mundos, no son conciertos, son los mejores momentos de la vida, no eres una persona, eres FITO, gracias.