Un día me dijeron: Tú eres mi todo. A lo que yo respondí: Imposible.

Las personas que están en tu vida forman un compuesto hetereogéneo en el que se mezcla la felicidad, la alegría, y satisfacción, cada persona aporta una cualidad a tu vida, que te resulta muy importante y significativa en diferentes aspectos, pero una persona no puede producir y abarcar toda tu felicidad ya que como he dicho antes es la mezcla la que hace como resultado, que un final sea brillante, no se trata de un elemento, se trata del producto obtenido de la unión de muchos de ellos. Quizás roce la perfección o simplemente no desee igualar nada. La satisfacción te la producen las personas que hacen que lleves una vida mejor si estás mal, y mucho mejor si estás bien, si estas lo hacen de corazón no tienes por qué agradecerlo, por que una verdadera persona siempre va ha estar ahí.
Sería cometer un error el dejar que tu vida dependiera de una persona.
Y por decir esto, me convertí en su nada.