He decidido caminar hacia lo salvaje.

Soy eterna viajera de sueños e ilusiones, de sueños dormidos que despiertan sin formar parte de la vida, en una realidad que se mastica crudamente y mi garganta traga atragantada, e ilusiones que se desvanecen por sí mismas en el un vertedero que mi cabeza crea y a la vez destruye...
Tengo dos corazones unidos contra la guerra.
Deleito bocados que sólo yo pruebo, mi autosuficiencia abastece mi hambre.
Mi bandera será blanca y mi piel color carne, carne necesitada, carne ciega.
Dominaré los lugares más remotos de mi alma, y con las riendas de mi corazón guiaré a cualquier ser que penetre en él.
Tendré mil dos plumas que me harán volar elevándome por el cielo, y arrastrarme por el barro.
Cabalgaré por montañas y valles, caeré por barrancos, pero seguiré galopando por las praderas.
Escaparé nadando del hundimiento, y cuando el agua invada todos los lugares de mi cuerpo lo haré con el ala ancha y llegaré hasta el cielo, por muchas veces no ver las cosas que ver no quiero.
Mis lazos de vida se atarán a la muerte, y mis venas deshilachadas se vaciaran en el mismo mar que me quiere ahogar.
Morderé mis venas, y no sangrarán.
Tengo principios que huyen de los finales que aún no se han terminado.
No tenéis ni idea de lo alto que puedo volar.